El barniz al agua posee unas características químicas que brindan una resistencia mucho mayor a las resinas al disolvente, con lo que conservan la elasticidad, les hace ser más resistentes y flexibles a los distintos movimientos de la madera que pueden producirse por los cambios de temperatura.
Nos ha costado un tiempo entender que la madera se dilata y contrae en función a la humedad que hay en el ambiente, en este sentido la gran aportación de estos materiales con base agua ha sido la transpiración y flexibilidad que permiten a la madera, regulando y evitando el acceso de agua en el interior de la misma.
Estos materiales incorporan agentes fungicidas, bactericidas e insecticidas. Adicionalmente, poseen un filtro solar.
Su uso sin la presencia de disolvente ha sido un avance significativo, estos barnices son mucho menos contaminantes y tóxicos pero no son 100% ecológicos.
El barniz con base acuosa puedes utilizarlo de diversas maneras, dependiendo de su tipo y de la madera que vayas a trabajar. Puedes aplicarlo con rodillo, pincel y pistola.
Cabe destacar que el secado de este tipo de material es muchísimo más rápido que el de un barniz tradicional, lo cual conlleva unos procedimientos de aplicación más cortos. Y pueden limpiarse de forma fácil únicamente utilizando agua.
Una gran ventaja es el fácil mantenimiento que no exige un lijado o decapado completo cada vez que hemos de hidratar y proteger las zonas más desgastadas.