Más sobre carpintería ecológica

¿Quieres saber más sobre carpintería ecológica?

Aquí encontrarás respuestas a algunas de las preguntas más comunes

La carpintería ecológica es aquella en la que se utilizan maderas que proceden de bosques gestionados de forma sostenible, de proximidad y que en su tratamiento no emplean sustancias químicas, tóxicas y nocivas para la salud.

Tanto en su procesamiento como en la fabricación de puertas, ventanas y muebles se busca el mínimo impacto en el medio ambiente consumiendo la menor cantidad de energía posible.

Los componentes que se utilizan en la carpintería convencional, como las lacas y los aglutinantes que se emplean en la fabricación de aglomerados o los que se emplean para amalgamar la madera, contienen sustancias volátiles perjudiciales para la salud que se liberan al ambiente durante años. Algunas de estas sustancias son, por ejemplo la creosota, el pentaclorofenol, el arsénico, el lindano, el dieldrin o el permetrin. Algunas de las sustancias que emiten las maderas contrachapadas o aglomeradas son el butanol, la acetona o el formaldehído.

La madera ecológica no contiene este tipo de sustancias dañinas para la salud.

Una carpintería ecológica, además, tiene un especial interés los procesos humanos, tratamos con oficios, materiales, personas y espacios habitables, por eso se cuida a quienes los desarrollan y para quienes están destinados.

La gestión sostenible de los bosques es la que garantiza su regeneración y el mantenimiento del equilibrio medioambiental. Se basa en una tala controlada que permite la regeneración de la flora autóctona lo que supone la conservación de los suelos, de la biodiversidad y de los ecosistemas naturales. Garantiza la conservación de los bosques como fábricas naturales de oxígeno y de absorción de CO2.

La madera procedente de bosques con gestión sostenible está avalada por diferentes sellos de calidad. La madera empleada en Biofustería cuenta con el sello FSC. La madera de castaño del Montseny tiene el sello de calidad forestal sostenible PEFC. Ambos sellos garantizan la procedencia de bosques gestionados de forma sostenible a nivel ambiental, de forma viable a nivel económico respetando el bosque como recurso para las poblaciones rurales y de forma beneficiosa a nivel social.

En Biofustería empleo ceras, aceites y barnices ecológicos libres de sustancias nocivas. Los barnices convencionales suelen contener sustancias volátiles que se liberan al aire y que resultan perjudiciales para la salud. Los productos ecológicos no contienen sustancias nocivas.

Respetan las cualidades de la madera, no sellan el poro y permiten que transpire haciendo así que pueda regular la humedad. Incorporan agentes fungicidas, bactericidas e insecticidas. Y los que se emplean en exterior tienen un filtro solar que protege la madera de los rayos ultravioleta, uno de los principales causantes de su desgaste.

La bioconstrucción es un tipo de construcción que busca crear espacios habitables de un modo saludable, causar el menor impacto posible en el medio ambiente tanto en la construcción como en el mantenimiento de los edificios. Es un estilo de construcción que busca el ahorro energético y económico.

Teniendo en cuenta las condiciones ambientales como la ubicación, la orientación y el clima se diseñan y construyen viviendas capaces de autoregular su temperatura y minimizar el gasto en climatización.

Utiliza materiales naturales y busca el equilibrio entre la vivienda y el entorno.

La permacultura es un sistema de diseño que busca crear ambientes sostenibles, ecológicos y saludables aprovechando los recursos naturales.

La aplicación de una visión holística proporciona  la comprensión y el entendimiento de cómo nos afectan a nivel global las acciones individuales, al mismo tiempo favorece una visión más amplia de nuestra propia naturaleza en armonía con nuestro entorno.

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